Ocho provincias españolas -A Coruña, Asturias, León, Palencia, Teruel, Cádiz, Córdoba y Almería- afrontan el reto de reajustar su tejido productivo y económico por el cierre de sus centrales térmicas. Para lograrlo, se está poniendo el foco en el Fondo de Transición Justa, un programa de la UE que, dotado de un presupuesto de 17.500 millones de euros, trata de financiar la reconversión de las zonas donde se producen los cierres para encontrar alternativas tanto al empleo que se pierde como a revitalizar el territorio, generando una economía más competitiva. Existen otros mecanismos de ayuda y compensación, como el Fondo InvestEU y los préstamos al sector público del Banco Europeo de Inversiones, pero la gran oportunidad pasa por el Fondo de Transición Justa.
Sin embargo, la mayor parte de la financiación de la reconversión provendrá del presupuesto español, ya que la asignación aprobada por el Parlamento Europeo a España de este Fondo de Transición Justa es de 800 millones de euros para los próximos 7 años. Las necesidades de financiación se deberán cubrir con aportaciones presupuestarias que saldrán del nuevo sistema de ingresos y gastos de la caja del sistema energético, combinadas con otros fondos puestos por las propias empresas que acometen los cierres.
Esos fondos se destinarán a partidas como la reconversión de las pymes, la economía circular y el reciclaje, la regeneración de zonas industriales abandonadas y la formación para trabajadores y desempleados. Para aprovechar al máximo la oportunidad, es imprescindible acertar en el diagnóstico de las potencialidades y debilidades de cada uno de los territorios.
La consultora Deloitte ha publicado recientemente un informe en el que analiza la situación de estos territorios, que, dice, “comparten ciertas vulnerabilidades económicas, sociales y tecnológicas comunes en comparación con la media española”. Son el envejecimiento de la población, su dispersión -con Teruel, Palencia y León especialmente amenazadas por la despoblación-, la tasa de desempleo, el nivel educativo y el porcentaje de población sin acceso a internet.
De este análisis se extraen coincidencias muy interesantes, aunque cada caso es distinto: no tiene nada que ver, por ejemplo, la tasa de paro de Almería con la de Asturias, o el impacto del turismo en Cádiz con el de Palencia. De igual modo, es necesario un análisis económico más fino y más profundo del territorio, ya que la existencia de recursos propios aún no explotados y que tienen sentido económico puede ser una de las fuentes del crecimiento tanto presente como futuro. Por ello, en las próximas semanas, en este blog iremos haciendo el análisis por capítulos concretos de provincias y zonas industriales en reconversión para lograr saber cuáles son las fuentes principales del nuevo modelo de crecimiento y cómo se pueden consolidar en el tiempo.
Detallamos a continuación los grandes rasgos de dos de los territorios en relación con la transición energética más interesantes, empezando esta serie de análisis económico más cercano: A Coruña y León.
A Coruña
El cierre de las minas y centrales térmicas de carbón supondrá la pérdida de 639 empleos. Pero es un territorio que ha sabido crear empleo en reconversiones tan importantes como la naval y la minera.
En el sector primario destaca la importancia de la actividad maderera, a pesar de lo controvertidas que son las plantaciones de eucalipto por parte de los ecologistas. El peso de la pesca y de otras actividades agrícolas y ganaderas han hecho que el primario gane peso en la distribución del Valor Agregado Bruto (VAB) respecto a los datos de la década anterior.
En el sector secundario se produce una importante disminución tanto en VAB como en empleo por la caída del sector industrial, a pesar de contar con importantes empresas relevantes, incluso internacionalmente. Es preocupante ver que no se materializan proyectos para la reconversión de centrales de carbón en otras instalaciones como la biomasa, con los recursos endógenos disponibles. La existencia de suelos contaminados debe ser una oportunidad para su limpieza y uso. Son un ejemplo las grandes restauraciones mineras realizadas en Meirama y especialmente en As Pontes.
León
La pérdida de 960 empleos en las centrales de carbón (Anllares, La Robla y Compostilla) viene precedida de la finalización de su tradicional actividad minera, generadora de un volumen importante de empleos. Comarcas como El Bierzo han perdido más de 12.000 habitantes en lo que va de siglo, más del 10% de su población. Al igual que sucede en otras provincias, los jóvenes van a estudiar a León capital y a otras ciudades. La falta de oportunidades y de capacidad de creación de empleo en la provincia dificulta su retorno.
¿Qué opciones de futuro tiene entonces la región? Hay que mejorar el equilibrio entre sectores productivos -el terciario se va consolidando, y el turismo es creciente- y aprovechar las oportunidades que ofrece el territorio para la generación con renovables.
En el siguiente artículo analizamos el caso de Asturias y Palencia.