Las provincias que se juegan su futuro con la transición energética: Asturias y Palencia

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Ocho provincias españolas -A Coruña, Asturias, León, Palencia, Teruel, Cádiz, Córdoba y Almería- afrontan el reto de reajustar su tejido productivo y económico por el cierre de sus centrales térmicas. Para lograrlo, se está poniendo el foco en el Fondo de Transición Justa, un programa de la UE que, dotado de un presupuesto de 17.500 millones de euros, trata de financiar la reconversión de las zonas donde se producen los cierres para encontrar alternativas tanto al empleo que se pierde como a revitalizar el territorio, generando una economía más competitiva.  Existen otros mecanismos de ayuda y compensación, como el Fondo InvestEU y los préstamos al sector público del Banco Europeo de Inversiones, pero la gran oportunidad pasa por el Fondo de Transición Justa. 

En el artículo anterior analizamos el caso de A Coruña y León. Hablaremos ahora de la transición energética en Asturias y Palencia. 

Asturias

En los últimos veinte años la industria asturiana ha perdido unos 10.000 empleos, y ahora el cierre de las minas y centrales térmicas de carbón supondrá una pérdida de alrededor de 955 empleos. Pero puede que lo peor esté por llegar. Asturias pasará de ser una región exportadora a importadora de energía, un factor muy a tener en cuenta por el peso de sus empresas grandes consumidoras de energía. Si las amenazas planteadas se materializan, tal y como nos hacen ver las perspectivas manejadas por las administraciones y sector privado, el sector secundario sufrirá un desplome difícilmente superable en los plazos previstos por la transición.

En el sector primario habría que explorar las mejoras en la agricultura y darle una oportunidad al sector forestal como uno de los principales sumideros de carbono en el territorio nacional. En el sector terciario el turismo sigue siendo, y deberá ser, uno de los vectores de crecimiento, pero marcado por su fuerte estacionalidad y los límites al “paraíso” que vende, que suponen límites al crecimiento. 

Palencia

La pérdida de 155 empleos en la central de carbón de Velilla también viene precedida de la finalización de su tradicional actividad minera y de la central de carbón de Guardo, generadoras de un volumen importante de empleos y dinamizadoras de la economía local. Sus datos demográficos son de los más bajos del país, tanto en población como en envejecimiento y en desempleo.

Sin embargo, al analizar la actividad sectorial se aprecia un equilibrio por el peso del sector primario en las zonas rurales, un sector secundario con nuevas industrias que aprovechan la proximidad de otros focos industriales como el sector de automoción y el crecimiento de la industria agroalimentaria. El sector terciario también mejora gracias al turismo.

Esta región, con sus recursos forestales y su posicionamiento en industrias agroalimentarias y actividad industrial, debería beneficiarse de la transición, creando empleo en actividades de renovables.